06 Jul
RESUMEN DE “EL GRAN CUADERNO” DE ÁGOTA KRISTOF

“El gran cuaderno”, el primer libro de la trilogía escrita por Ágota Kristof, es como un diario en el que dos hermanos gemelos narran sus actividades y experiencias durante su estadía en la casa de la abuela, mientras se vivía en tiempos de guerra.


Claus y Lucas son dos hermanos gemelos, autodidactas, que poseen un gran cuaderno, un diccionario y una biblia. La biblia la utilizan para ejercitar la memoria, el diccionario lo leen para aprender palabras nuevas y en el gran cuaderno escriben la composición más valorada (escrito que corrigen y mejoran), para que sea parte de lo que ellos llaman “Las historias del gran cuaderno”, además de eso, también estudian calculo y ortografía.


Las historias del gran cuaderno comienzan con la llegada a la casa de la abuela. Debido a la guerra ya no pueden vivir en La Gran Ciudad y la madre se ve obligada a dejarlos con su único familiar. Es aquí donde aprenden a trabajar para comer y tener un lugar donde dormir. La abuela, conocida como “La bruja”, que al llamarlos los trata de “hijos de perra”; les deja labores diarias que consisten el regar el huerto, alimentar a los cerdos, llevar a las cabras al rio, buscar leña, y otras actividades que han aprendido por su cuenta, como pescar con las manos. Cuando terminan, hacen expediciones en el bosque, una vez encontraron a un soldado muerto y le quitaron las granadas, las balas y el rifle para guardarlas en el desván, lugar donde también guardan el diccionario y el gran cuaderno. Igualmente, en su tiempo libre, suelen dedicarle ciertas horas al día a ejercicios de fortalecimiento del cuerpo y el espíritu, que consisten en lastimarse mutuamente, de forma física y psicológica para dejar de sentir desde cariño y amor hasta dolor, hambre y desesperación, con el objetivo de acostumbrarse al sufrimiento.


En casa de la bruja, vivía el ordenanza y un oficial, extranjeros, cada uno en una habitación. Claus y Lucas conocían todas las habitaciones de la casa, podían entrar con una llave maestra que construyeron juntos y en el desván tenían orificios encima de cada cuarto, podían observar y escuchar a quién quisieran. Aunque al principio los dos extranjeros no conocían a los niños, con el tiempo se convirtieron en confidentes; el ordenanza les traía comida, chocolates, … y les juró protegerlos de las malas intenciones del oficial. Éste último, que también los quería, les proponía cosas descabelladas. Un día tuvieron que salvar a los dos hermanos de la paliza de un policía que los culpaba del asesinato de la sirvienta del cura.


Al final, tanto el ordenanza como el oficial, tuvieron que huir cuando terminaba la guerra, pero no se fueron sin antes despedirse de aquellos dos niños, a los que les enseñaron a hablar su idioma y les pidieron olvidarla.


La sirvienta del cura era una mujer que les ofreció darles un baño y lavarles la ropa cada 8 días. Como no tenían baño ni utensilios de aseo, aceptaron la oferta, pero a cambio, se comprometieron en llevarle leña. La sirvienta se bañaba con ellos y les hacía cosas indebidas.


 Un policía tocó la puerta de la bruja y empezó a registrar toda la casa buscando las armas del soldado muerto en el bosque, no encontró nada, dijo que la sirvienta había muerto porque en la leña había un cartucho y ellos eran los culpables. Los gemelos nunca confesaron el supuesto crimen, ni siquiera cuando el padre les ofreció confidencialidad total. Por otro lado, el padre les prestaba libros y los instruía moralmente, a pesar de que ellos al comienzo lo chantajeaban con contarle a todo el pueblo de los abusos cometidos con “cara de liebre”.


A cara de liebre la conocieron el día aquel, cuando la vieron alimentándose de los senos de una cabra. Era una niña de mayor edad que ellos, tenía el cuerpo con granos, los ojos con costras amarillas alrededor y el labio leporino, ellos le enseñaron a trabajar la tierra a pescar y a alimentar a los animales, así dejaría definitivamente de pedir limosna en el pueblo y de necesitar del dinero del cura para comer y sobrevivir. La mama se hacía pasar por ciega y sorda; después de la llegada de nuevos militares extranjeros, le pidió a Claus y a Lucas que incendiaran la casa junto con ella, cara de liebre había sido de violada por los soldados (con su consentimiento) y estaba muerta. Los hermanos aceptaron y procedieron a hacer el trabajo, no sin antes sacar a los animales.


Con la muerte de su madre y su hermanita en brazos, que fueron a buscarlos, pero que desafortunadamente les cayó una bomba mientras corrían por el jardín, además de la muerte de la abuela, la cual tuvieron que envenenar para concederle su última voluntad; Claus y Lucas vivieron solos en la casa de la bruja, hasta que un día reciben la visita de su padre por segunda vez. En esta ocasión quiere que sus dos hijos le ayuden a cruzar la frontera, oferta que no rechazan. Conocían todo con respecto a la vigilancia, la seguridad de los muros y el campo minado que había entre las dos barreras. Al día siguiente a eso de las 11, después de haberle llevado el desayuno al papá, emprenden la huida. Llevan consigo cuatro tablas, mientras pasa una patrulla de vigilancia se esconden detrás de un árbol. Momento después, el papá empieza a subir por el muro y al caer se detona una mina, uno de ellos cruza el siguiente muro y el otro se devuelve a casa de la abuela.

Comentarios
* No se publicará la dirección de correo electrónico en el sitio web.
ESTE SITIO FUE CONSTRUIDO USANDO